CASABLANCA

CASABLANCA
FOTO DE GONZALO MONTÓN MUÑOZ

sábado, 2 de junio de 2012

ALFONSO ZAPATER. EL ETERNO APRENDIZ (VII): DE REGRESO A ZARAGOZA.


Pilar Delgado
         
            Por cuestiones personales y familiares regresó a Zaragoza en los años sesenta. Colaboró en Radio Juventud, con Pedro Ara y Alberto Albericio en programas como “Café, copa y puro”, en tertulias radiofónicas y escribió multitud de guiones. Al mismo tiempo colaboraba en el diario Amanecer, para el que hacía reportajes, aunque oficialmente estaba de corrector de pruebas y se convirtió también en corresponsal de Europa Press. Poco después, dejó Amanecer y entró en la redacción aragonesa del vespertino Pueblo.
            Como hemos señalado, durante los primeros años de la década de los sesenta Alfonso dirigió el Aula de la Comisaría de Extensión Cultural. Tras reponer su obra El farol, el 28 de junio de 1962, cuando se conmemoraba el 550 aniversario del acontecimiento histórico del Compromiso de Caspe, estrenó una nueva obra, Crónica del compromiso, dedicada a esta efeméride. Con la colaboración de la Tertulia Teatral de Zaragoza y bajo la dirección de Manuel Muñoz Cabeza, esta primera versión en un acto fue una especie de conferencia escenificada. Algunos años más tarde, en 1975, la pieza se recuperó a instancias del Centro de Iniciativas y Turismo de Caspe  para representarse anualmente en la fecha  conmemorativa del Compromiso, con puesta en escena a cargo del Teatro “La Taguara”, bajo la dirección de Pilar Delgado. Alfonso revisó la obra dándole un corte más clásico y alargando su duración. De igual forma, la editorial Litho Arte, publicaría por esas fechas su versión escrita.
Fue a principios de los setenta, cuando su mujer, Piliar Delgado, de familia dedicada al teatro, que por estos años dirigía un interesante programa radiofónico, “Por los caminos de la poesía”, en Radio Nacional, fundó el teatro-escuela La Taguara (vinculada poco después a Publicaciones La Tagurara, que se dio a conocer con sus Premios de Poesía de 1973, única vez que se convocaron), que era el nombre de un bar en la calle Fita, en el que se hacían exposiciones.  Hacia 1974 se constituyó ya como compañía de teatro independiente. Su actividad teatral se centró fundamentalmente en obras de temática aragonesa, reivindicativas o de denuncia. Con La Taguara Alfonso estrenaría tres obras, las ya mencionadas, Crónica del compromiso y Aragón para todos, que consagraría de forma definitiva a la compañía (se llegó a estrenar en el teatro Alfil en Madrid en 1980), con la que recorrerían toda la geografía aragonesa, y su otro gran éxito fue, Resurrección y vida de Joaquín Costa, de la que incluso grabaron una serie para la Televisión Aragonesa y que luego comentaremos más por extenso.
            Otras piezas teatrales de Alfonso Zapater son Yo traigo la luz, Se fue al amanecer, Tio Títeres y Una mirada sobre Daroca. Escenificación del misterio, esta última escrita en colaboración con Juan Manuel Torrijo en 1965.
Volviendo a su actividad periodística, en 1966 entró a formar parte de la redacción de Heraldo de Aragón, que ya no abandonaría hasta su muerte, donde comenzó a escribir una página diaria, “Zaragoza al día”, en la que mezclaba el reportaje, la crónica, la entrevista y el comentario o la opinión. En suma, algo nuevo, distinto en el periodismo de la época. Su serie “Aragón, pueblo a pueblo” se convirtió en un impresionante fresco del panorama regional, en el que todos los municipios estaban presentes -1350 núcleos de población- y que fue publicada en 18 volúmenes, con prólogo de su amigo Camilo José Cela. En la memoria colectiva del pueblo aragonés también  sobrevive su beligerante reportaje sobre la inundación de Fayón, magistral trabajo de periodismo de investigación. Son igualmente destacables sus trabajos sobre el incendio del hotel Corona de Aragón, en 1979, en el que murieron decenas de personas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario