CASABLANCA

CASABLANCA
FOTO DE GONZALO MONTÓN MUÑOZ

sábado, 17 de enero de 2015

SEMBLANZA DEL ILUSTRADO JUAN ANTONIO HERNÁNDEZ Y PÉREZ DE LARREA Y UN HECHO CURIOSO.


        
RETRATO EN LA SACRISTÍA DE LA IGLESIA
DE VILLAR DEL SALZ
   Antonio Hernández y Pérez de Larrea, obispo, bibliófilo y escritor, fue uno de los más destacados representantes de la ilustración aragonesa y española.
     Al siglo XVIII le han colgado numerosos sambenitos, pero lo cierto es que es una época de profunda controversia intelectual que pretende renovar todos los aspectos de la cultura: política, religión, artes, ciencia y, fundamentalmente, la educación, pilar básico de toda sociedad avanzada. Aragón no escapó a su influjo y quizá sea esta centuria una de las más ricas y definitorias de la cultura aragonesa en cuanto a progreso, promoción social y, sobre todo, fervor por la enseñanza.
         Juan Antonio nació en Villar del Salz en 1730, dentro del seno de una familia de ricos labradores. Estudió en  Zaragoza, Valencia y Gandía, donde se graduó como Bachiller en filosofía y Doctor en Teología. Manifestó desde sus primeros destinos eclesiásticos, Terriente –el pueblo de su madre- y Albarracín, una profunda inquietud social, lo que le llevó a preocupase por la implantación de modernas técnicas agrícolas y, sobre todo, por la instrucción de los labradores, incluidas las mujeres, algo poco habitual por aquel entonces.
         En 1755 se hizo cargo del archivo catedralicio de Zaragoza y en 1776 fundó, junto con el marqués de Ayerbe, la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, de la que llegaría a ser director. Allí estaban representados e iban a trabajar unidas todas las fuerzas dirigentes de Aragón: el clero, la Universidad, el Concejo, la nobleza y la burguesía. 
     El ya Deán Larrea, director también de la Económica, alentó la creación de enseñanzas prácticas que paliasen el exceso teórico de la educación universitaria del momento, impulsando la creación de importantes escuelas como las de Botánica, Química, Matemáticas (se trataba del centro precursor de los modernos estudios de ingeniería), Agricultura, Dibujo (en 1792 será transformada en la Real Academia de Bellas Artes de San Luis, de la que fue miembro de Honor) y Economía, en las que se formaron importantes personalidades del Aragón de finales de siglo y de la primera mitad del XIX. Pero más importante si cabe que esta concepción práctica de la enseñanza, mucho más moderna que la de la Universidad de momento, es su constante labor a favor de la enseñanza elemental, de manera que funda una Junta de Escuelas que, de alguna manera, pretendió universalizar la enseñanza a toda la población infantil de Zaragoza.
         En 1801 fue nombrado obispo de Valladolid, de cuya Real Sociedad también fue director y donde murió en abril de 1803.


         El canónigo de Villar del Salz participó durante toda su vida de ese optimismo pedagógico que les hacía pensar en un mundo de hombres instruidos y en una sociedad más próspera y justa. Quizá la siguiente curiosa noticia, publicada en diciembre de 1892 en el periódico La Unión, fuera un logro directo –eso sí, un tanto excepcional- de sus preocupaciones y desvelos educativos, pues en ella leemos: “Ha practicado recientemente ejercicios de reválida en esta Escuela Normal un joven que fue bautizado en la Iglesia de la Assumpción de Nuestra Señora del Lugar de Villar del Salz a diez días de Diciembre de mil setecientos setenta y cuatro, según su partida de bautismo, legalizada en forma. Se lama D. Pedro José Dámaso Alijar de Ballestero, y cuenta por consiguiente, cerca de ciento diez y ocho años.  Se encuentra bien conservado a pesar de su extraordinaria longevidad y con grandes deseos de continuar sus estudios..” Como para estar orgullosos, ¿o no?

BIBLIOGRAFÍA

  • Ciué, J.B.: Elogio del ilustrísimo señor D. Juan Antonio Hernández Pérez de Larrea, obispo de Valladolid y director de la Real Sociedad Aragonesa. Zaragoza, 1803, 61 p.  y otra versión en [Universidad de la Laguna].
  • Forniés, J. F.: La Real Sociedad Económica de Amigos del País; Madrid, 1978.
  • García Ciprés, Gregorio (1918): "Datos biográficos de Don Juan Hernández Pérez de Larrea", Linajes de la Corona de Aragón, 1/12, p. 360-364 [Texto completo]
  • Jaime Lorén, José María (1990): Juan Antonio Hernández y Pérez de Larrea : el olvidado "pignatelli" de la Ilustración aragonesa. Calamocha, Centro de Estudios del Xiloca, 1990; 128 p.:il.;21 cm
  • Sánchez Hormigo, Alfonso (2003): "El pensamiento económico de don Juan Antonio Hernández y Pérez de Larrea, impulsor de la Cátedra de Economía Civil y Comercio de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País", en Economía aragonesa, ISSN 1576-7736, Nº. 22, 2003, pags. 112-137. [Descargar texto]
Para más información ver XILOCAPEDIA

miércoles, 7 de enero de 2015

LA GLORIETA AYER Y HOY. REPORTAJE FOTOGRÁFICO (IV)

EL PARQUE INFANTIL DE TRÁFICO AÑOS CINCUENTA Y SESENTA

Las últimas para cerrar la propuesta.



EL PASEILLO DE LOS CURAS. 


GRAN PARTE DE LAS FOTOGRAFÍAS AQUÍ EXPUESTAS HAN SIDO TOMADAS DEL ECO DE TERUEL (COLABORADOR ADOLFO AINSA)