CASABLANCA

CASABLANCA
FOTO DE GONZALO MONTÓN MUÑOZ

sábado, 24 de diciembre de 2016

NICANOR VILLALTA PELICULERO (VIII)


FOTOGRAMA DE LA PELÍCULA
LA HERMANA DE VILLATA TOREANDO

   Como se ve y calificó el propio Nicanor, se trata de un argumento, en sus propias palabras, de “novela blanca”, un guión ideado para su lucimiento y el de su hermana, como ya hemos dicho. En sus citadas Memorias comenta algunos extremos del rodaje, como por ejemplo que lo que más le molestaba era someterse a las sesiones de maquillaje o la conjuntivitis que le produjeron los focos, hasta el punto de tener que dormir con rodajas de patata en los ojos. También cuenta con gracia la primera vez que tuvo que darle un puñetazo en la cara a su antagonista, no midió su fuerza y casi lo deja sin sentido o sabrosas anécdotas de los rodajes con las vacas en la dehesa.
   La película gustó y las críticas fueron favorables, del tipo de la siguiente, extraída del periódico La fiesta brava (3 de enero 1930): 
“El triunfo rotundo, definitivo obtenido por "El suceso de anoche", película en la que el gran torero aragonés se ha revelado como un formidable artista de la pantalla está siendo estos" días en Madrid la nota de mayor actualidad. El Cine Madrid, en donde se proyecta esta cinta, vése a diario invadido por un público ansioso de admirar el arte cinemático de este triunfador del toreo a quien estos días dedica toda la prensa los más calurosos elogios. La popularidad de Nicanor Villalta adquiere en estos momentos proporciones gigantescas, y esclavo de esta popularidad es el propio torero quien se ve asediado constantemente por los periodistas ávidos de reportajes de interés.

O esta otra: 

“Nicanor Villalta, el torero genial que tantas veces electrizó a los aficionados con la magnificencia de su arte y sus arrogancias ante los toros, dando expansión a sus inquietudes artísticas, ha querido probar fortuna en el cine. Y esa prueba que Nicanor ha hecho recientemente interpretando el protagonista de El suceso de anoche, ha puesto una vez más de manifiesto que en su temperamento de verdadero y legítimo artista, late la fuerza avasalladora del triunfador. Nicanor Villalta, figura consagrada en el toreo, se ha revelado en esta película como un formidable actor del arte mudo, mereciendo los más cálidos elogios de la crítica que ha apreciado en él aptitudes extraordinarias para triunfar en la pantalla como triunfa en los ruedos, de las plazas de toros. El éxito definitivo obtenido en la filmación de esa película, que añade un nuevo jalón a la triunfante producción nacional, ha servido para que a Villalta le hayan hecho ventajosísimas proposiciones para seguir cultivando ese arte tan remunerador como el del toreo pero con muchísimo menos riesto.”

El éxito de la película supuso un relanzamiento de la figura del torero y la prensa se aprestó a entrevistarlo. 










sábado, 10 de diciembre de 2016

NICANOR VILLALTA PELICULERO (VII)


El suceso de anoche

FOTOGRAMA DE LA PELÍCULA

   En fin, sea como fuere, dicho y hecho, a principios de agosto comenzaron el rodaje y en pocos meses estaba lista para su estreno, que tuvo lugar en el cine Madrid el 16 del 12 de 1929.
   La película es una mezcla de thriller policíaco y cine taurino cuyo guión, previsible, fluye con facilidad ante el espectador de forma efectista: José (Nicanor Villalta), un honrado mecánico que vive con su hermana Rosa, ama en silencio a Maruja, una mujer chuleada por “El Majo”, a quien en una ocasión, para defender a Maruja, propina un puñetazo. Unos días más tarde, bajo la atenta mirada de un observador misterioso, “El Majo” despoja a Maruja de sus joyas y se marcha. Un poco después, José entra en el patio de su casa y al subir la escalera tropieza con el cadáver del “Majo”, con cuya sangre se mancha, asustado huye a su vivienda y en la puerta deja la huella de su mano, ante la inesperada visita de un inspector de policía que sigue el rastro de la sangre, huye por una ventana, pues todas las pruebas parecen culparlo del asesinato. El policía habla con la portera y esta le pone en antecedentes de cómo el muerto y José querían a la misma mujer y de la discusión que tuvieron unos días atrás. Mientras tanto, la hermana de José también se da a la fuga y este busca refugio en el palacio de la Condesa de Noceda, donde vive la heredera, Pilar (Marina Villalta) con su madre. José les explica lo sucedido y lo creen, por lo que deciden enviarlo a una casa de campo en Salamanca hasta que se aclaren las cosas. Por su parte, Rosa se esconde en casa de un vecino, del que solo conoce que se llama Mario. Este la ampara y decide ayudarla al saber lo sucedido. La noticia del asesinato sale en la prensa con el título de la película, “El suceso de anoche”. Pronto descubrimos que Pilar se ha enamorado de José, pero es cortejada por un marquesito pisaverde, al que no ama, pero que sí agrada a su madre. José comprende que al no tener dinero no es digno de su nuevo amor, sin embargo, un criado de la finca le hace ver que con valor en el mundo de los toros en poco tiempo se puede triunfar. Comienza a practicar en la dehesa, mientras en la ciudad, paralelamente, Mario y Rosa se aman. Poco a poco vemos que Mario es un hombre con una doble personalidad que se maneja por los bajos fondos y que conoce a Marta, otra de las mujeres que estaba bajo el dominio de “El Majo”. Pilar llama a un apoderado importante para que juzgue el toreo de José, quien de su mano, en poco tiempo, debuta con enorme éxito. En poco tiempo alcanza la fama y José termina declarándose a Pilar. La trama se cierra desvelando al espectador la verdadera personalidad de Mario, se trata de un policía que seguía la noche del suceso al ladrón-asesino de “El Majo”, uno de sus compinches de los bajos fondos. Resuelto el asesinato y encarcelado el culpable, las parejas ya pueden pensar en la boda. Al final, como no podía ser de otra manera, José triunfa en la plaza de Las Ventas de Madrid.

martes, 6 de diciembre de 2016

NICANOR VILLALTA PELICULERO (VI)



La caimanía y El suceso de anoche



   En esa primera intentona el “caimán” no triunfó, pero en la que tuvo lugar el año 1929 sí, pues como se constata en la siguiente entrevista, Villalta es cazado como “capitalista” y seguramente llevado por su amor fraternal, decidió producir una película para protagonizarla él y su hermana:
“Estando en la peña del café con los amigos, vino un señor al que ya conocía, acompañado de otro que dijo llamarse León Artola[1]. Este último me preguntó si tenía algún inconveniente en que me leyera unas cuartillas.
-Ninguno –le contesté. Ahora mismo –creyéndome que se trataría de cosas de toros, cuando en realidad era un guión para hacer una película que llevaba este título: El suceso de anoche. Cuando terminó de leerlas me dijo:
-Me gustaría que usted fuera el protagonista. 
-¡Hombre…! –le contesté-. ¿Cómo quiere usted que lo sea si no hay nada de toros que es de lo que yo entiendo algo?
-Sí es por eso, no se preocupe, se lo pondremos. Déme algunas ideas que las uniré al guión.
Se las di, y al volverlas a leer se iban sucediendo las escenas perfectamente.
-¿Qué le parece si también interviene su hermana Marina como protagonista?
-Pues no creo que tenga ningún inconveniente.
-Si es así, ¿le parece bien que mañana vaya a su casa para hacer unas pruebas?
-Conforme, le espero mañana.
Al día siguiente vino con el operador, de apellido Gazapo. Nos hizo varios metros de celuloide de algunas escenas. A los pocos días vino a la hora de comer con un aparato y nos pasaron los metros de película que nos había tomado; nos veíamos mejor que si nos hubiera retratado un fotógrafo
-¿Qué le parece?
-Pues sí, hemos salido muy bien.
-Cuando me digan podemos empezar.
-Desde luego, no tengo ningún inconveniente en empezarla cuando usted quiera, pero tenga en cuenta que no puedo perder ninguna corrida que firme mi apoderado, ya que antes de todo soy matador de toros.
-Usted no tenga ninguna preocupación sino todo lo contrario. Yo iré con el operador a la corrida o corridas que me diga.
-Conforme, ¡cuándo empezamos?
-La próxima semana empezamos a tomar los interiores o parte de ellos.
-Y los exteriores se pueden hacer en Salamanca donde tengo que ir a hacer…”[2]
   Tal vez fuera cierto y el guión inicial no incluyera el tema taurino, pero seguramente fuera al revés y el “cazado” o deberíamos decir mejor contratado fuera el realizador, a quien Villalta le propondría un guión planificado a la medida para su lucimiento y el de su bella hermana. En este sentido, encontramos otro reportaje en el que relataba lo mismo pero con algunas variantes, obsérvense: “…estando una tarde en la tertulia con unos amigos, surgió la conversación de las películas españolas, y como yo dijera que creía que el impresionar una película era cosa fácil, un matrimonio, que allí en la reunión estaba, me instó para que lo hiciera, presentándome, al efecto, al amigo León Artola, como director de la misma.”[3] Aquí encontramos ya a Villalta mostrando interés por el mundo del cine y buscando él al director y no al revés, como describía en la cita anterior. De hecho, en este reportaje, Nicanor, al hablar de su hermana, reconoce que “el encontrar una actriz que hiciera la condesita de Noceda (el papel protagonista interpretado por su hermana) es muy difícil, porque ya sabes cómo en una de las escenas ha de coger el capote y torear una becerra... Y como Marina es una mejicanita muy valerosa...” Vamos, no se necesita ser muy listo para descubrir que se trataba de un papel cortado a la medida de su hermana -efectivamente había nacido en México, pero se consideraba muy aragonesa- y por ende de un guión escrito para gloria del torero, quien también torea en numerosas ocasiones en el film, como luego veremos. En este orden de cosas y en la misma entrevista, al ser preguntado por el productor de la película, que el periodista cree ser el hijo del operador de cámara Gazapo, Nicanor contesta rotundo y enigmático: “—No. Solamente se ha hecho la cinta en sus talleres por el precio convenido, y nada más. Los empresarios son: un paisano mío y tres amigos de aquí, de Madrid. Yo no he cobrado nada por filmar; sólo llevo un tanto por ciento, a cuyo efecto hemos designado a mi hermano Joaquín, como representante, y se ha instalado la oficina en la Gran Vía con el título de "Exclusivas Serres.” Lo que nos lleva a sospechar fundadamente que el productor era el mismo Nicanor, quien seguramente encargaría un guión para su lucimiento personal y el de su hermana, como ya hemos dicho. También reconoce que el director de la película, dado el éxito de la cinta, les había propuesto rodar otra titulada curiosamente Bajo la mirada de Dios, coincidente con una película argentina del director Edmo Cominetti de 1926. En otro momento de la entrevista, Nicanor habla más como productor que como actor, constátese este extremo en las siguientes palabras: “El suceso de anoche ya lo ha pedido una Empresa de Cuba, pero no se le ha concedido la exclusiva. Del extranjero también nos lo han pedido; de Méjico y París, y de España, donde más nos apremian en llevarla es a Zaragoza.” Sea como fuere, lo cierto es que Nicanor en esta entrevista manifiesta tener un profundo conocimiento de la situación del cine, pues en un momento de la misma critica ese eterno desencuentro de la política española con una industria tan importante como es la del cine en los siguientes términos: 

“—Lo que es una lástima•— añade Villalta— es que el Gobierno no favorezca de un modo más eficaz la producción española, porque hay que ver la cantidad de millones que se llevan las empresas extranjeras. Creo, que pueden hacerse muchas películas españolas; pero fíjate que digo españolas y no españoladas. A mí me gustaría hacer una comedia, sea la que sea, pues me encuentro físicamente en condiciones de hacer el papel que se me dé; ya sabes tú que practico todos los deportes: lo mismo soy jinete que nado, remo y patino...”
   Es más, Nicanor también contesta con rotundidad de entendido sobre el incipiente sonoro al ser preguntado por él: “—Necesitan perfeccionarse mucho—exclama Nicanor.” A lo que su hermana apostilla con gracia y no menos entendimiento: “.-Y que se entiendan; que estén habladas en español.” 
FOTOGRAGRAMA DE MARINA EN
EL SUCESO DE ANOCHE

   Marina en diferentes ocasiones de la entrevista manifiesta sus ganas de ser actriz y de triunfar en el cine. También, al ser preguntada por qué firma en los títulos de crédito como Marina V. Serrés, contesta aleccionada: “Por temor a comprometer con una actuación defectuosa el apellido prestigioso de mi hermano.”

La prueba final de lo que venimos defendiendo la aporta el prestigioso estudioso del cine, Fernando Méndez Leite en su Historia del cine español, quien al constatar el estreno de la película, señala que fue “costeada por el famoso matador de todos Nicanor Villalta, que interpreta con nervio varonil, el papel de protagonista masculino, junto con su bella hermana, Marina V. Serrés.”[4]






[1] FOTOGRAFÍA DE LEÓN ARTOLA. 


[2] Nuevo Mundo, 6 septiembre de 1929. 


[3] La fiesta brava, 3 de enero de 1930. 


[4] Madrid, Ediciones Rialp, 1965. Vol. I, pág. 305

domingo, 27 de noviembre de 2016

NICANOR VILLALTA PELICULERO (V)



La caimanía

   A principios del siglo XX, alguien bautizó a las tertulias cafeteriles con el exótico nombre de “caimanías”, derivado seguramente de “caimán”, pero en su acepción de “persona que con astucia y disimulo procura salir con sus intentos.” Eran pues estas reuniones de “caimanes” al acecho dispuestos a devorar al primer “capitalista” incauto que se sentara en una de sus sillas, como reconoce Santiago Aguilar en un artículo publicado en el diario Madrid, bajo el títlo de “Evocación de la caimanía”, la caza del capitalista –o productor improvisado- existía entonces como base de muchas producciones cinematográficas. Una película suponía el acontecimiento de una serie de aventuras graciosas, picarescas, dramáticas y hasta trágicas en algunos casos. La película era lo de menos. Lo esencial, lo perentorio, que comieran caliente y se divirtieran de lo lindo veinte o treinta personas de ambos sexos, incluido el productor, casi siempre enamorado como un párvulo de la protagonista […]”

   La caza del capitalista congregaba en su entorno a multitud de curiosos personajes, la mayoría actores con sus neuras y manías, con sus filias y sus fobias, con sus pretensiones y vanidades, con su necesidad de ganarse el condumio diario, de manera que, en ocasiones, se propiciaban divertidas situaciones, como las que narra el citado periodista en su artículo, del que extraigo la siguiente: 
“Lanzóse cierto día una noticia sensacional: iba a plasmarse algo original de ambiente exótico en que todos los personajes eran “bosquimanos”, seres de los bosques salvajes cerrados a la civilización. El autor y director de la “ideíca” se apresuró a contratar verbalmente a media docena de aspirantes a la pantalla, pero exigiéndoles que se dejaran crecer la barba y los cabellos, con objeto de dar la impresión de auténticos “bosquimanos” sin peluca ni postizos… fue psando el tiempo, y los futuros intérpretes tenían ya melenas de vegetariano y barbas bíblicas. No se privaban de salir a la calle, como hubiera sido lo discreto, y su paso era acogido con ruidosas carcajadas de los transeúntes, que no turbaban para nada su heroísmo artístico. Pero todo tiene su límite, hasta la tontería humana, y, poco a poco, se fueron cansando de llamar la atención sin que la formidable película diera comienzo, y, con ella, las pesetas y la fama ambicionada por los “caimanes”. Las barbazas y melenas desaparecieron, de un día para otro, entre el aplauso de los que no habían sido elegidos para principales “bosquimanos” por el “precavido” director. Mas hubo uno, férvido creyente y contumaz ingenuo, que de ninguna manera quiso exponerse a perder su primer contrato, y siguió apareciendo como Robinson Crusoé, sin arredrarle las bromas pesadas de sus contertulios. Hasta que una tarde apiadado de él, el propio causante de tan largo sacrificio, le llevó del brazo hasta la peluquería más próxima obligándole a recobrar su personalidad. Y se dijo que el fracasado intérprete –fracasado antes de que el fracaso pudiera producirse- rellenó una almohada con aquellas muestras abundantes de su ejemplar paciencia […]”
   En una de estas “caimanías” se debía encontrar nuestro matador cuando relata en su biografía la siguiente proposición cinematográfica deshonesta: 
“Estando en Zaragoza en el café Moderno con Nicanor Villa y varios amigos de su peña, vino un señor enseñándome unos papeles firmados por Simón, Rafael y Pablo, autorizándole a filmar una película y me pidió que yo también lo hiciera.
Le contesté que lo haría si me daba seis mil pesetas, tres mil para el hospicio y otras tres mil para el asilo de ancianos. Puso tantos reparos que no aceptó ni aun interviniendo “Villita”, que le dijo que aparte de ser un acontecimiento se le daba la preferencia y exclusiva. No aceptó y entonces le dije que no me tomara ni un metro.”[1]
   Sin embargo, poco después de esta anécdota, en la prensa de la época[2] se puede encontrar que Villalta iba a actuar de galán y que cobraría cuarenta mil duros por su actuación, lo cual no era ni mucho menos cierto, como vamos a demostrar en la siguiente entrada.






[1]Nicanor Villalta Serrés (Memorias), Excma. Diputación Provincial de Zaragoza, 1998, pág. 338. 
[2] La fiesta brava, 27 julio de 1929.

sábado, 12 de noviembre de 2016

NICANOR VILLALTA PELICULERO (IV)

Teruel
 TOMADA DEL LIBRO DE ANICETO BLASCO LAGUÍA,
Plaza de Toros de Teruel. 75º aniversario 1935-2010,
 Teruel, Aragón Vivo, 2010.

Nicanor Villalta toreó en ocho ocasiones en Teruel -1922, 1923, dos en 1926, 1928, 1929 y dos de nuevo en 1935[1]-. De hecho, clausuró la plaza vieja de Teruel, cuando el 30 de mayo de 1929, festividad de San Fernando, tuvo lugar la última corrida, la tradicional de las ferias, y también inauguró la nueva plaza, en ese mismo día pero de 1935, con toros de doña María Montalvo, en compañía de los diestros, Fermín Espinosa, “Armillita Chico”, y Domingo Ortega, mató el primer toro llamado “Calamar”, al que le cortó las dos orejas, después de una gran faena, rematada con una estocada de las suyas.


       

De su contacto con la capital de su provincia, dejó las siguientes impresiones en sus Memorias:


“El día 31 me fui a Teruel con dos días de anticipación al que tenía que torear para conocer la ciudad de la que tanto me habían hablado. Me hospedé, como la vez anterior, en el hotel Aragón que estaba al final de la escalinata de la estación, desde donde se dominaba una gran explanada para recreo de la vista.
En la ciudad hay sitios y cosas que admirar con deleite por sus bellezas y valor, y en la placita del Torico, con sus soportales, hay en el centro un pedestal con un toro de bronce que contemplé con simpatía y admiración, y sin que averiguara lo que representaba me dije: “Sí, es el poderío y virtudes de los hijos de Aragón.
Al pasear por calles y arrabales quedé admirado de contemplar la Naturaleza, y así como existen maravillas al descubierto, las hay casi sin conocer y son tan inmensas que queda uno extasiado en capitales y pueblos de España. Admiré las torres de Teruel, que debían ser tan famosas como sus ‘Amantes’ por ser inigualables dentro del mudéjar, de las que ha dicho el Marqués de Lozoya en su Historia del Arte Hispánico: ‘si tuviéramos que señalar un conjunto arquitectónico para compendio y blasón de la Ëspaña medieval, cristiana y mora, nos decidiríamos, sin duda, por las torres de Teruel. Así la de San Martín, construida en el XIII y en cuya decoración exterior se agotan todas las invenciones moriscas de aquellos entrelazados, cenefas y redes de rombos, siendo la más interesante la prolija y sabia aplicación de la cerámica vidriada.’
De iguales épocas y traza es la gemela torre de San Salvador, más bella aún y mejor emplazada que la de San Martín. Con respecto a la torre de San Martín tengo que recordar la leyenda que se le atribuye: romántica, de amor y trágica, como lo es también la otra leyenda turolense: la de los amantes. Se dice que los dos arquitectos árabes se disputaban entre sí la mano de la princesa mora. Se estableció entre ellos un segundo duelo. Construirían dos torres iguales y el que mejor la hiciera se casaría con la hija del rey. Uno de los pretendientes hizo la torre de San Salvador. El otro construyó la de San Martín, enteramente igual a la primera pero torcida. En su desesperación se mató tirándose desde todo lo alto.
Lo que verdaderamente da tono romántico a Teruel es la otra leyenda que constituye una de la más bellas páginas de amor del mundo: Isabel de Segura y Diego de Marcilla.”



[1] Aniceto Blasco Laguía, De toros… Y de toreros de Teruel, Teruel, Gráficas Teruel, 2003, pág.21.

jueves, 3 de noviembre de 2016

EL OTRO MILAGRO DE CALANDA, AMABLE LEAL, SU PADRE Y EL GRAN PEPE MELERO

Como ya he dicho y escrito en varias ocasiones, José Luis Melero, bibliófilo y escritor, experto en libros, jota, fútbol, personajes de la tierra, cultura aragonesa y un largo etcétera, me regaló un inmerecido prólogo para mi libro, "Voces turolenses en la lírica", más que un prólogo es una hagiografía de mi persona que le agradezco infinito, entre otras cosas porque a todos nos gusta que nos quieran y más si quien te muestra su cariño es una excepcional persona en todos los sentidos y Pepe -me permito utilizar el familiar apelativo, porque lo considero un verdadero amigo, ya casi un Padre Putativo intelectual, PP-, que generosamente me dedicó su tiempo y su esfuerzo al escribir el citado prólogo y no contento con eso también me acompañó en la presentación del librito en Zaragoza y nos dejó con la boca abierta con sus descubrimientos, sus libros y su PASIÓN por las cosas y las gentes. Hoy para rematar la faena saca la anécdota más divertida de las que contó, la relativa al padre del tenor Amable Leal, una especie de negativo del cojo de Calanda... Desopilantemente magnífica y real ¡Cuánto hubiera ganado mi libro si llego a contactar antes con PP! Gracias, amigo. Aquí dejo su testimonio publicado en el suplemento Artes y Letras del Heraldo de hoy.


domingo, 23 de octubre de 2016

REPORTAJE FOTOGRÁFICO PRESENTACIÓN EN ZARAGOZA DE "VOCES TUROLENSES EN LA LÍRICA" (III): PÚBLICO

El público respondió y llenó la sala. Disfrutó y se le notó. Gracias a todos por venir. Aquí las fotos de Concha Salinas:











Algunas foticos de la firma de libros. Gracias a todos por vuestra presencia y compromiso:



Cierro con algunas especiales. Gracias a todos y a Concha, la fotógrafa.




Con Naty y Juan Labrador Alonso, joteros y amigos, grandes aragoneses y mejores amigos. 
















REPORTAJE FOTOGRÁFICO PRESENTACIÓN EN ZARAGOZA DE "VOCES TUROLENSES EN LA LÍRICA" (II): INTEGRANTES DE LA MESA

El éxito de la convocatoria se debió fundamentalmente a los nombres de los componentes de la mesa de presentación. Siguiendo con el reportaje de Concha Salinas, comenzaremos con el Director de Cultura y Patrimonio de la DGA, el profesor y escritor, Ignacio Escuín Borao, que quiso acompañarnos y dedicarnos unas palabras:




El escritor y musicólogo, Miguel Ángel Yusta, nos hizo un magnífico resumen de los principales cantantes líricos aragoneses. No es tarea fácil resumir en poco más de 10' esa apretada nómina de excepcionales cantantes y definirlos con brevedad. Gracias Miguel Ángel:




Con él otro Miguel Ángel, en este caso, Santolaria, musicólogo, tenor, presidente de la Asociación de Amigos de la Lírica de la Biblioteca de Aragón, que contó desde la amistad que tuvo y mantuvo con Pascual Albero, sabrosas anécdotas. Debiera haber contactado antes con él para amenizar y enriquecer con ellas un poco más mi libro:


El gran José Luis Melero nos sorprendió hablando de Amable Leal Alegría, pero sobre todo de su padre, un sastre cojo, remedo en negativo del cojo de Calanda, que quiso le amputaran su pierna enferma. Fantástico, pasional y desopilante, como siempre. Cuando en su excelente columna de "Artes y Letras" del Heraldo publique la historia la subiré:














REPORTAJE FOTOGRÁFICO PRESENTACIÓN EN ZARAGOZA DE "VOCES TUROLENSES EN LA LÍRICA": EL TENOR RODOLFO ALBERO COLINO-ESBEC Y EL PIANISTA EUSEBIO FERNÁNDEZ-VILLACAÑAS MARTIN

El pasado miércoles, en la "Sala de Música" del Palacio de Sástago, tuvo lugar la presentación de mi libro, Voces turolenses en la lírica, que sirvió al mismo tiempo de homenaje a los dos tenores que se biografían, Amable Leal Alegría, de Alcañiz, y, en especial, Pascual Albero Burillo, de Alcaine. Fue todo un éxito a todos los niveles: intervenciones de los integrantes de la mesa, excelencia de las interpretaciones del tenor, asistencia de público, firma de ejemplares, reencuentro con viejos amigos y compañeros de Facultad, etc. Sólo tengo palabras de agradecimiento para todos los asistentes, tanto de la mesa como del público, para la Librería General que se encargó de la venta de libros, para el área de Cultura de la Diputación Provincial de Zaragoza, trabajadores del Palacio. Gracias a todos. Dejo aquí unos testimonios gráficos para el recuerdo, en su mayoría obra de mi compañera de carrera y amiga, Concha Salinas, a la que agradezco su dedicación, arte y amistad.
Comenzamos con la intervención de Rodolfo Albero Colino-Esbec, tenor en ejercicio con su Camerata Lírica, que quiso acompañarnos y homenajear a su abuelo con dos interpretaciones muy especiales que le enseñó a cantar su propio abuelo sobre sus rodillas, en primer lugar interpretó la "Jota de Perico" de la zarzuela El guitarrico, y cerró con  "Granadinas".






Quiero también tener una mención especial para el pianista que lo acompañó, Eusebio Fenández-Villacañas Martín, profesor titular del Conservatorio Profesional de Música Alcázar-Criptana, que vino expresamente para el acto por amistad. Gracias por tu esfuerzo



(CONTINUARÁ)

miércoles, 12 de octubre de 2016

PRESENTACIÓN DEL LIBRO "VOCES TUROLENSES EN LA LÍRICA" EN ZARAGOZA

Con este magnífico elenco de melómanos, grandes expertos en lírica y otras materias, amigos sinceros que desinteresadamente se han brindado a acompañarnos en esta presentación en Zaragoza del libro VOCES TUROLENSES EN LA LÍRICA, homenajearemos a los tenores objeto de estudio y pasaremos un buen rato. Francamente no se puede pedir más. Gracias a todos ellos. Para mí, este es el mejor pago a mi esfuerzo como escritor: el orgullo de contar con su amistad. 




Este verano, Agustín Sánchez Vidal escribió este panegírico dedicado a mi persona:




Hacía referencia al prólogo del libro objeto de la presentación,  que ya presentamos en Teruel y Alcaine, y el próximo día 19 de octubre, a las 19'30 h., lo haremos en la "Sala de Música" del Palacio de Sástago de Zaragoza. Para no ser redundante y que no se me suban los colores, no reproduciré el citado prólogo, pero si remito a la página web de su  autor, José Luis Melero, donde lo ha colgado con todo cariño: 
http://www.joseluismelero.net/voceslirica.htm

Sirva esta invitación para agradecerles a los dos su amistad y sus tan inmerecidas como halagadoras palabras, que aprovecho con autocomplacencia -como no tengo ya abuelas- para invitar a todos aquellos que puedan y quieran acudir a la presentación. 




sábado, 8 de octubre de 2016

RESEÑA DE LA NOVELA "VIÑETAS" DE AGUSTÍN SÁNCHEZ VIDAL



VIÑAS Y VIÑETAS



   En todos sus trabajos, Agustín Sánchez Vidal manifiesta una actitud creadora interdisciplinar, propia de alguien con una vocación y una capacitad “universalista” y transversal de la cultura. Igual que en una gota de mar se concentra todo un universo de vida, cada nueva obra suya contiene las anteriores y resume con luminosa capacidad de síntesis todas las caras de ese complejo calidoscopio que es él como escritor, y en el caso de su última novela, Viñetas, también como persona.
 

Viñetas supone un cambio en su narrativa, abandona la senda histórica con fuertes dosis de enigma y aventura de sus excelentes novelas anteriores para construir un relato mixto de ficción y realidad, una fabulación impregnada de elementos autobiográficos potenciados hasta extremos de difícil delimitación, su marcado carácter memorialístico mezcla tanto vivencias personales como generacionales, recuerdos propios como de familiares y amigos, se trata, en suma, de evocaciones anoveladas de infancia y adolescencia, suyas y de otros, hasta el punto de que bien podrían ser las de muchos de nosotros, en especial las de todos aquellos en cuyo interior palpita todavía la hoy en día agonizante cultura campesina. 

   Agustín gusta de jugar con las etimologías de las palabras y en ocasiones sus obras se construyen sobre juegos lingüísticos-simbólicos, es el caso de Viñetas, donde el díptico VIÑAS-VIÑETAS se constituye en la trama sobre la que urde su narración: A la muerte de su hermano Antonio, Miguel, un profesor de sociología en una universidad estadounidense, regresa a la huerta y a la casa en la que pasó su infancia y adolescencia. Debe aclarar la situación de esas tierras y su intención es venderlas a una inmobiliaria para de esta forma terminar con su pasado. Su hija, Julia, ecologista convencida y defensora de la cultura agraria, de la que su padre reniega, le presenta toda una documentación recopilada por Antonio antes de morir: fotos, programas de mano, archivadores, cintas de video, DVD y viñetas, una especie de historia gráfica que de algún modo resume el pasado familiar, la infancia y adolescencia de los hermanos y todo lo que no fue capaz de explicarle con palabras. 

   El primer capítulo funciona como tráiler de presentación de la novela: el juego y el fuego, las fotos genealógicas (el ADN familiar), el mapa del territorio de la infancia (el del juego y el de la mujer amada).

   En el segundo capítulo, Miguel encuentra entre los papeles que ha dejado Antonio la historia gráfica de Étienne Davodeau, Los ignorantes, un relato que de alguna manera anticipa lo que vamos a leer, se trata de “la iniciación cruzada entre un viticultor que no sabe nada de tebeos y un dibujante que lo desconoce todo sobre la elaboración de los vinos. Cada uno mostrará al otro los secretos de su oficio”. Los documentos acumulados pretenden reconciliar a Miguel con la memoria de su hermano y con su pasado, hacerle comprender que pertenece a una cultura arraigada a la tierra que no es justo que muera. Con sus dibujos, Antonio comienza a proyectar la película de su infancia y adolescencia en la cabeza de Miguel y a reconstruir el pasado de sus padres, en un ejercicio de introspección que se adentra en un terreno ignoto minado de sorpresas. Las secuencias se fragmentan e intercalan, son piezas desordenadas de un puzle que el lector deberá ir componiendo. Comienzan a formularse preguntas sin respuesta que pronto descubrirá le interpelan directamente.

   Los demás capítulos van completando el resto del rompecabezas, las viñetas se combinan con proyecciones de video y las voces narrativas aumentan progresivamente y alternan con las de los protagonistas: los mundos sensitivos de la infancia, la caza y la pesca, la escuela, los juegos en la calle, el cine de barrio, la magia de los tebeos, la amistad, el sexo… Viñetas tiene mucho de novela de iniciación, de aprendizaje, de cambio (individual y colectivo), de transición al mundo adulto, pero también trata de las complejas relaciones familiares, de la guerra civil, de la difícil posguerra, del aperturismo del segundo franquismo y sus transformaciones, etc. Todo pues parece apuntar hacia el relato familiar con fondo social, sin embargo, al final se impone el territorio de lo desconocido, Miguel ignora muchas cosas de sus padres y hermano –secretos personales, trampantojos barrocos, juego cortazariano entre realidad y apariencia-, y el lector debe ayudarlo a completar las tramas más o menos difusas que nunca terminan donde parecen cerrarse.

   Agustín Sánchez Vidal es un novelista con memoria y una ductilidad de prosa con ritmo propio, que atrapa en el detalle de los adjetivos las sensaciones del mundo ido, y si bien hay una clara voluntad de contención y su estilo es austero -en consonancia con la realidad social que describe-, preciso e impactante, posee páginas de notable vigor sensorial, próximas al mejor Gabriel Miró, como esa deliciosa secuencia del refugio en la enorme morera convertida en claustro materno, donde uno contempla en perfecta meditación el presente con todas sus sensaciones visuales, auditivas, olfativas, etc. 

   Destaca también en la novela la fuerza y el verismo de sus personajes, todos sólidamente construidos, en muchos de los cuales la sugerencia y el sobreentendido actúan con eficacia, tanto en los protagonistas como en la nutrida nómina de secundarios de lujo que, como los del cine español, merecerían menciones particulares, no me resisto a citar como ejemplo al fotógrafo Godofredo Azcona, homenaje explicito al gran guionista Rafael Azcona, amigo que fue de Agustín, quien confiesa que algunos momentos -reconocibles por su particular humor- se los debe a sus recuerdos. 

   En Viñetas la transversalidad de saberes y el peso de su erudición no lastran la narración, su trama atrapa al lector hasta su especular final y le exige su colaboración para completar la historia con sus propias sensaciones y vivencias. Como ya escribiera el propio autor, “el papel de los auténticos poetas y artistas consiste en descubrir y tender relaciones inéditas que nos ayuden a concebir el mundo de un modo más rico y entramado. Mejor cableado y conectado en red…”. Conectarán, pueden estar seguros, sin duda es una gran novela.


AGUSTÍN SÁNCHEZ VIDAL, Viñetas, HarperCollins, 2016.

lunes, 26 de septiembre de 2016

DOPPELGÄNGER: DE LA PLAZA DEL TORICO A LA CASA BARCO


FOTO: DIEGO HE

       Times Square, la Plaza de la Concorde, Piccadilly Circus, la Puerta del Sol… Toda ciudad tiene su centro y el de Teruel es la Plaza del Torico: aquí se celebraba el mercado, se pregonaban los bandos, se exponía a los reos a vergüenza pública, se realizaban las subastas y arrendamientos, se corrían –y se corren- los toros en las fiestas y, aunque fuera tan solo por unos días, en ella se alzó el estrado desde el que San Vicente Ferrer profetizó la destrucción total de la ciudad a causa de un terremoto, amenaza que, a la postre, ha supuesto la paralización actual del nuevo hospital y del conservatorio. A ver si al final va a tener razón el del ditet.
       La monumental contundencia de la fuente original que Pierres Vedel construyera en el siglo XVI –hoy perdida- se fue encogiendo y estilizando con el paso del tiempo hasta llegar a convertirse en el austero monumento anónimo del siglo XIX, símbolo de una ciudad camino de la inexistencia, a la que se le niegan las comunicaciones y se la condena a vivir recluida en su propio espacio, como a ese pequeño toro estilita, contrapeso totémico al sentimentalismo de nuestros célebres Amantes, asombro de visitantes y orgullo de turolenses, al que festejamos en La Vaquilla con la puesta del pañuelico y donde acudimos para celebrar las victorias deportivas.
       Comienzo el paseo reflexionando sobre el misterio de la identidad y el enigma de su duplicidad: nuestro torico tiene su réplica en el bonito pueblo zaragozano de Ibdes. Pienso en Poe, Dostoievski, Kafka, Borges, Cortazar, y tantos otros que han escrito sobre la inquietante figura del doble.

FOTO: DIEGO HE

       Atravieso por la Plaza de San Juan y desciendo por la calle de Valencia, me detengo donde estuvo otrora el desaparecido portal y oteo el horizonte: a la derecha, la Glorieta, un paisaje gris con leves pespuntes verdes; enfrente, el Viaducto de Fernando Hué, que comunica el centro de la ciudad con el Ensanche; al fondo, un oasis en un desierto de asfalto, la Fuente Torán.
FOTO: DIEGO HE



PUENTE DE SEGOVIA (MADRID)


Como si fuera el protagonista de uno de los relatos de Lovecraft, atravieso esa puerta imaginaria que me transporta hacia otra dimensión y dejo atrás la Edad Media para adentrarme en el primer tercio del siglo XX. La visión del puente me lleva de nuevo al tema del doble: nuestro Polifemo, que comunica el casco antiguo con el nuevo, es un calco del diseñado por Emil Mörsch sobre el río Sitter, en Suiza, y a su vez, el de Segovia en Madrid es un                                    sosias de ambos.


FOTO: DIEGO HE

  Tras cruzar el puente, a su izquierda, nos encontramos con el Monumento a José Torán, obra del escultor palentino Victorio Macho, dedicado al ingeniero de caminos que proyectó la construcción de la Escalinata, mejoró el alumbrado urbano y solucionó el problema del abastecimiento de agua. En el conjunto escultórico destaca la figura en bronce de una aguadora, me acerco y toco sus heridas, ahora ya cicatrizadas, recuerdos de nuestra incivil guerra. Sus formas son voluptuosas, rotundas y sonoras, como las de su gemela en Palencia, ciudad hermana en su inexistencia. 
AGUADORA (PALENCIA)
DAMA DEL CÁNTARO (TERUEL)

Aguadoras de Teruel


       
       La mirada de la mujer del cántaro marca mi rumbo, la sigo y bordeo la ladera que siluetea este primer ensanche hasta llegar a un mirador a los pies de la casa Barco varada sobre la vega turolense; allí, frente a mí, asomándose a Levante, sobre la meseta de una colina, rodeada de barrancos, roja y verde, Teruel, una ciudad con carácter, única e irrepetible. 

FOTO. DIEGO HE