CASABLANCA

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FOTO DE GONZALO MONTÓN MUÑOZ

martes, 6 de diciembre de 2016

NICANOR VILLALTA PELICULERO (VI)



La caimanía y El suceso de anoche



   En esa primera intentona el “caimán” no triunfó, pero en la que tuvo lugar el año 1929 sí, pues como se constata en la siguiente entrevista, Villalta es cazado como “capitalista” y seguramente llevado por su amor fraternal, decidió producir una película para protagonizarla él y su hermana:
“Estando en la peña del café con los amigos, vino un señor al que ya conocía, acompañado de otro que dijo llamarse León Artola[1]. Este último me preguntó si tenía algún inconveniente en que me leyera unas cuartillas.
-Ninguno –le contesté. Ahora mismo –creyéndome que se trataría de cosas de toros, cuando en realidad era un guión para hacer una película que llevaba este título: El suceso de anoche. Cuando terminó de leerlas me dijo:
-Me gustaría que usted fuera el protagonista. 
-¡Hombre…! –le contesté-. ¿Cómo quiere usted que lo sea si no hay nada de toros que es de lo que yo entiendo algo?
-Sí es por eso, no se preocupe, se lo pondremos. Déme algunas ideas que las uniré al guión.
Se las di, y al volverlas a leer se iban sucediendo las escenas perfectamente.
-¿Qué le parece si también interviene su hermana Marina como protagonista?
-Pues no creo que tenga ningún inconveniente.
-Si es así, ¿le parece bien que mañana vaya a su casa para hacer unas pruebas?
-Conforme, le espero mañana.
Al día siguiente vino con el operador, de apellido Gazapo. Nos hizo varios metros de celuloide de algunas escenas. A los pocos días vino a la hora de comer con un aparato y nos pasaron los metros de película que nos había tomado; nos veíamos mejor que si nos hubiera retratado un fotógrafo
-¿Qué le parece?
-Pues sí, hemos salido muy bien.
-Cuando me digan podemos empezar.
-Desde luego, no tengo ningún inconveniente en empezarla cuando usted quiera, pero tenga en cuenta que no puedo perder ninguna corrida que firme mi apoderado, ya que antes de todo soy matador de toros.
-Usted no tenga ninguna preocupación sino todo lo contrario. Yo iré con el operador a la corrida o corridas que me diga.
-Conforme, ¡cuándo empezamos?
-La próxima semana empezamos a tomar los interiores o parte de ellos.
-Y los exteriores se pueden hacer en Salamanca donde tengo que ir a hacer…”[2]
   Tal vez fuera cierto y el guión inicial no incluyera el tema taurino, pero seguramente fuera al revés y el “cazado” o deberíamos decir mejor contratado fuera el realizador, a quien Villalta le propondría un guión planificado a la medida para su lucimiento y el de su bella hermana. En este sentido, encontramos otro reportaje en el que relataba lo mismo pero con algunas variantes, obsérvense: “…estando una tarde en la tertulia con unos amigos, surgió la conversación de las películas españolas, y como yo dijera que creía que el impresionar una película era cosa fácil, un matrimonio, que allí en la reunión estaba, me instó para que lo hiciera, presentándome, al efecto, al amigo León Artola, como director de la misma.”[3] Aquí encontramos ya a Villalta mostrando interés por el mundo del cine y buscando él al director y no al revés, como describía en la cita anterior. De hecho, en este reportaje, Nicanor, al hablar de su hermana, reconoce que “el encontrar una actriz que hiciera la condesita de Noceda (el papel protagonista interpretado por su hermana) es muy difícil, porque ya sabes cómo en una de las escenas ha de coger el capote y torear una becerra... Y como Marina es una mejicanita muy valerosa...” Vamos, no se necesita ser muy listo para descubrir que se trataba de un papel cortado a la medida de su hermana -efectivamente había nacido en México, pero se consideraba muy aragonesa- y por ende de un guión escrito para gloria del torero, quien también torea en numerosas ocasiones en el film, como luego veremos. En este orden de cosas y en la misma entrevista, al ser preguntado por el productor de la película, que el periodista cree ser el hijo del operador de cámara Gazapo, Nicanor contesta rotundo y enigmático: “—No. Solamente se ha hecho la cinta en sus talleres por el precio convenido, y nada más. Los empresarios son: un paisano mío y tres amigos de aquí, de Madrid. Yo no he cobrado nada por filmar; sólo llevo un tanto por ciento, a cuyo efecto hemos designado a mi hermano Joaquín, como representante, y se ha instalado la oficina en la Gran Vía con el título de "Exclusivas Serres.” Lo que nos lleva a sospechar fundadamente que el productor era el mismo Nicanor, quien seguramente encargaría un guión para su lucimiento personal y el de su hermana, como ya hemos dicho. También reconoce que el director de la película, dado el éxito de la cinta, les había propuesto rodar otra titulada curiosamente Bajo la mirada de Dios, coincidente con una película argentina del director Edmo Cominetti de 1926. En otro momento de la entrevista, Nicanor habla más como productor que como actor, constátese este extremo en las siguientes palabras: “El suceso de anoche ya lo ha pedido una Empresa de Cuba, pero no se le ha concedido la exclusiva. Del extranjero también nos lo han pedido; de Méjico y París, y de España, donde más nos apremian en llevarla es a Zaragoza.” Sea como fuere, lo cierto es que Nicanor en esta entrevista manifiesta tener un profundo conocimiento de la situación del cine, pues en un momento de la misma critica ese eterno desencuentro de la política española con una industria tan importante como es la del cine en los siguientes términos: 

“—Lo que es una lástima•— añade Villalta— es que el Gobierno no favorezca de un modo más eficaz la producción española, porque hay que ver la cantidad de millones que se llevan las empresas extranjeras. Creo, que pueden hacerse muchas películas españolas; pero fíjate que digo españolas y no españoladas. A mí me gustaría hacer una comedia, sea la que sea, pues me encuentro físicamente en condiciones de hacer el papel que se me dé; ya sabes tú que practico todos los deportes: lo mismo soy jinete que nado, remo y patino...”
   Es más, Nicanor también contesta con rotundidad de entendido sobre el incipiente sonoro al ser preguntado por él: “—Necesitan perfeccionarse mucho—exclama Nicanor.” A lo que su hermana apostilla con gracia y no menos entendimiento: “.-Y que se entiendan; que estén habladas en español.” 
FOTOGRAGRAMA DE MARINA EN
EL SUCESO DE ANOCHE

   Marina en diferentes ocasiones de la entrevista manifiesta sus ganas de ser actriz y de triunfar en el cine. También, al ser preguntada por qué firma en los títulos de crédito como Marina V. Serrés, contesta aleccionada: “Por temor a comprometer con una actuación defectuosa el apellido prestigioso de mi hermano.”

La prueba final de lo que venimos defendiendo la aporta el prestigioso estudioso del cine, Fernando Méndez Leite en su Historia del cine español, quien al constatar el estreno de la película, señala que fue “costeada por el famoso matador de todos Nicanor Villalta, que interpreta con nervio varonil, el papel de protagonista masculino, junto con su bella hermana, Marina V. Serrés.”[4]






[1] FOTOGRAFÍA DE LEÓN ARTOLA. 


[2] Nuevo Mundo, 6 septiembre de 1929. 


[3] La fiesta brava, 3 de enero de 1930. 


[4] Madrid, Ediciones Rialp, 1965. Vol. I, pág. 305

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