CASABLANCA

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FOTO DE GONZALO MONTÓN MUÑOZ

martes, 7 de marzo de 2017

TOMÁS BRETÓN, ACUSADO DE MASÓN.



La defensa que realizara Bretón de una ópera nacional autóctona y original de altos vuelos, alejada de los tópicos de siempre, cuyos máximos representantes eran, entre otros, Barbieri o Arrieta, más apegados a la realidad española y al género chico que ellos habían creado, le supuso su enemistad y críticas adversas, hasta el punto de que su primera gran ópera, Los Amantes de Teruel, con una ruptura total -musical, escénica, técnica y de producción- con lo que se venía haciendo hasta ese momento, durmió el sueño de los justos en el cajón del Teatro Real durante más de cinco años, y eso, como el propio Bretón decía apesadumbrado, de que contaba con el apoyo explícito del mismo Alfonso XII. De hecho, la negativa de la empresa, apoyada en las maquinaciones de Arrieta y Barbieri, generó una gran polémica, que si bien retrasó el estreno colocó la cuestión de la ópera nacional en el centro de los debates de la regeneración de la cultura española. Por fin, se representó el 12 de febrero de 1889 en Madrid, con una entusiasta acogida de público y constituyó todo un hito para la música española. También se puso en escena en el Gran Teatro del Liceo la noche del 10 de mayo, donde obtuvo un rotundo éxito, que le llevaría a ser estrenada en Viena, Praga y Buenos Aires. El propio Galdós, para quien Bretón era un “wagneriano”, llegó a considerarla “lo mejor que hasta ahora se ha escrito por músicos españoles en el género lírico serio”. A pesar de todo, sus recalcitrantes enemigos acusaron al compositor de masón y atribuyeron su éxito a una confabulación masónica. Cosas de la envidia española. De todo esto y mucho más hablaremos el próximo jueves.

"MARCHA MORA",
DE LOS AMANTES DE TERUEL
DE TOMÁS BRETÓN


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